DIARIO DEL 27 AL 7 DE JUNIO
¿Cómo se echa de menos algo que nunca has tenido? Parece
imposible, pero a mí me pasa cada vez que se trata de esa persona. Y es que es
como que lo tienes un día todo en tus manos, a tu alcance y horas después es
como si todo desapareciera.
Estas dos semanas han sido raras. Dos semanas en las que no
he tenido ganas de nada. Dos semanas en las que he “pasado de todo”. Dos semanas
en las que nadie te reconocía, ni tu misma. Estos últimos meses he cambiado
mucho, o, mejor dicho, te han cambiado. Antes era la típica que se dejaba
influir por todos, que hacía todo lo posible por agradar a alguien, ahora ya,
paso. Así de sencillo. Porque se perfectamente quien me quiere de verdad, pero
tal y como soy. Quien me quiere por la persona que soy, por mi personalidad,
por mi locura, por mí bipolaridad, y no por tener el mejor físico de este planeta.
Porque hace mucho que no valoro los pequeños detalles de la
vida. Esa oportunidad que siempre has querido, la consigues y cuando estas a
punto, la hechas a perder. Y todo, porque eres una cagada. Si lo admito, me da
miedo eso que no conozco. Porque puede que lo esté deseando y cuando llega el
momento lo único que haces es poner peros. No valoras lo que tienes, hasta que
lo pierdes. Porque te das cuenta de cómo han cambiado las cosas tan rápido. Que
darías oro por eso que ahora no tienes y antes sí. Que lo darías todo por
volver a escuchar la canción favorita de tu padre junto a él, mirar su cara de
felicidad y los bailes tan raros que se marcaba los domingos por la mañana o
simplemente quedarte con tu hermana esas noches hablando de todas las anécdotas
en clase... Son cosas que cuando creces, ya no son lo mismo. Que con 10 años no
valorabas y no te dabas cuenta de lo feliz que te hacían. Que ahora no tienes
ese tiempo, o simplemente ese rato libre solo lo quieres para dormir ya que esa
es la única forma de no pensar en todos los problemas que se te están viniendo
encima.
Porque ahora viene el verano, época de locuras, en la que
todos nos flipamos mucho, noches de cartas, tardes de piscina… Época en la que
te tiene que importar poco el qué dirán, época en la que arriesgar se convierte
en tu mejor opción, porque como alguien una vez me dijo, vida solo hay una, si
no la aprovechas ahora ¿cuándo?
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